Hace algun tiempo que no me expreso a través de este blog. La causa es simple, el sistema capitalista en el que vivimos me ha tocado a la puerta haciendo su llamado a la auto-inversion. Eso le llaman ellos, yo le digo "explotaera por un salario". Pero bueno, aparte de eso me inspira algo diferente el volver a intervenir en este blog. Resulta que al haberme relocalizado de forma temporera a la ciudad de Nueva York, mi conección con los acontecimientos noticiosos isleños ha ido mermando de manera abrupta. Solo tengo conección diariamente con los titulares a través de un mailing list de un "rotativo de la capital" y el escuchar a algunas emisoras de radio a través del internet. Me resulta interesante que cada vez que sintonizo, escucho a los políticos del país en el afán diario. "En la brega" como se dice coloquialmente. En específico escucho cuando se vuelcan en cuerpo y alma a atacar o defender al Gobernador de la isla en su "no caso" con la fiscalía Federal. En esa circunstancia, la isla se convierte y se inserta de manera contundente en la política del dia a dia a nivel federal.
Entonces, escucho al politico X: "Acuerdense que esto no pasa en tubo de ensayo al vacío, y que el gobernador es aliado de los enemigos políticos del presidente Bush." ¿¿¿¿Quééééé???? Entonces, ¿el gobernador de Puerto Rico, representante en cuerpo del concepto inánime del Estado Libre Asociado, es perseguido por la administración repúblicana por ser él demócrata? ¿Desde cuando el concepto de lo "mejor de dos mundos" incluye las ideas, prejuicios y la cosa subliminal de las esferas de poder norteamericanas? Me parece que nuevamente, los colonialistas del país usan como recurso de defensa la hipocresía de su propia dualidad ideológica. En la campaña se abrazan con la monoestrellada con intenciones de fundirse y formar un nuevo ente material. Pero, cuando son aplastados por el peso de las deficiencias de poder que representa el colonialismo se cantan de "perseguidos por nuestros contrincantes políticos". ¿Los PNP? ¿El PIP? No, el Partido Republicano en donde el limite de la participación del puertorriqueño es una convención estupida para seleccionar a un candidato por el cual no votamos. Lo mismo en el Democrata. Asi que el gobernador y sus copartidarios se defienden de la ahorca con su propia soga. Para el que tiene el poder real, solo es cuestión de halar y esperar a que las lenguas salgan.
